FRENILLO LINGUAL ALTERADO

FRENILLO LINGUAL ALTERADO

En relación a la terapia orofacial y miofuncional hoy os traemos información sobre los frenillos linguales. Actualmente es un tema del que escuchamos hablar cada día más. Existe más conocimiento sobre ellos y los profesionales de la salud han comenzado a darle la importancia que se merecen.

Desde el centro  queremos que, como padres y madres, o futuros padres y madres, conozcáis qué es, cómo puede afectar a vuestros peques y cuales son los signos de alerta a los que debemos prestar atención. 

El frenillo lingual se define como un pequeño pliegue de membrana mucosa que , de forma vertical, conecta la cara inferior de la lengua, desde el punto medio, con el piso de la boca. Es decir, nos referimos a esa telilla membranosa que generalmente todos podemos ubicar debajo de nuestra lengua y que no nos supone, aparentemente, ninguna dificultad.

Hablamos de dificultades cuando su tamaño o su anclaje no es el adecuado, denominándose así como frenillo lingual alterado el cuál puede ser, según Franklin Susanibar

  • Anteriorizado: cuándo el frenillo, por la cara inferior de la lengua, se encuentre anclado por encima de la mitad de esta, estando así el anclaje más cerca del ápice lingual.
  • Corto: cuándo, pese a encontrarse correctamente anclado en el punto medio de la cara inferior de la lengua es demasiado corto, siendo visible, normalmente, el anclaje en el piso de la boca. 
  • Corto y anteriorizado: cuando presenta una combinación entre las características de los dos anteriores. 
  • Anquiloglosia: cuándo la  lengua se encuentra totalmente fijada al piso de la boca. Se caracteriza por un frenillo anormalmente corto con un anclaje muy cercano o en el ápice lingual.

Con esta clasificación podemos afirmar que existen diferentes grados de compromiso de la movilidad y funcionalidad de la lengua, siendo más graves las consecuencias de una anquiloglosia que las de un frenillo anteriorizado. Esto también influye de manera directa en la detección de cada uno de ellos, es más fácil detectar de manera temprana una anquiloglosia y darle una solución que un frenillo anteriorizado. Generalmente, en el primer caso el niño suele recibir la correcta intervención, quirúrgica y logopédica,  justo en el momento de su nacimiento, ya que desde ese momento es fácilmente perceptible a ojos del evaluador. En el segundo caso no suele diagnosticarse hasta que se ve asociado a otras dificultades ya sean en el proceso de lactancia, en habla o en la deglución madura. De manera más concreta os exponemos en la siguiente infografía los signos de alarma a los que tenemos que estar atentos durante la infancia.

Signos de alerta durante la lactancia: 

  • Dolor en el pecho durante las tomas (pudiendo llegar a ocasionar grietas y posteriormente producir mastitis).
  • Tomas muy largas y con tiempos cortos entre ellas.
  • Una menor producción de leche a causa de la mala extracción que realiza el bebé.
  • Reflujo y cólicos por el mal sellado labial, lo que provoca que entre aire de manera excesiva durante las tomas.
  • Existencia de ruido al mamar en forma de chasquidos.
  • Atragantamientos frecuentes. 
  • Aparición de un callo en los labios del bebé. 
  • Retrognatia.
  • Mejillas hundidas.
  • El bebé se «enfada» con el pecho: lo estira, lo coge, lo suelta, lo muerde, protesta.
  • Aparición de temblores en la mandíbula debido al sobreesfuerzo de los músculos para succionar.

Signos de alerta durante la infancia: 

  • Predominio de la respiración oral. 
  • Maloclusiones dentales (mordida cruzada o abierta). 
  • Dificultades en la producción fonética de algunos sonidos (/n/, /l/, /rr/…) 
  • Dificultades en el correcto patrón de masticación y deglución. 
  • Mal control del bolo en boca.
  • Acumulación de saliva por mala gestión de la misma en boca.
  • Dificultades de autolimpieza del interior de la boca.

Allende, F. I., Ulloa, C. C., Jara, M. G., & Aguilera, M. P. (2022). Intervención logopédica posoperatoria del frenillo lingual en niños, adolescentes y adultos. Revisión integradora de literatura. Revista de Investigación en Logopedia, 12(1), 8.

Martinelli, R. (2013). Protocolo de evaluación del frenillo de la lengua con puntuación para bebés. Revista Médica Buenas Tareas.

Orte-González, E. M., Alba-Giménez, L., & Serrano-Alvar, B. (2017). La anquiloglosia y las dificultades que presenta en el amamantamiento. Matronas Profesión, 18(3), e50-e57.

MALOS HÁBITOS QUE AFECTAN A NIVEL OROFACIAL EN LA INFANCIA

MALOS HÁBITOS QUE AFECTAN A NIVEL OROFACIAL EN LA INFANCIA

Como ya hemos mencionado en otras ocasiones, la terapia orofacial y miofuncional se define como el conjunto de estrategias, métodos y técnicas de evaluación y tratamientos preventivo-rehabilitador cuyo fin es evitar y/o corregir las alteraciones funcionales del sistema estomatognático que se han producido por parafunciones o trastornos de origen orgánico y neurológico.

En el post de hoy os explicaremos las parafunciones y cómo pueden afectar al sistema estomatognático, refiriéndose a este como el conjunto de estructuras orofaciales que integran al sistema nervioso, al sistema vascular y  a una serie de órganos, músculos, articulaciones y huesos que cumplen las funciones de respiración, de deglución, de articulación y la fonación.

Las parafunciones son la antítesis de las funciones. Son acciones que no presentan una utilidad real, se realizan de manera involuntaria y la persona que las realiza no es consciente de ellas en la mayoría de las ocasiones. No solo no tienen un uso específico sino que interfieren de manera negativa en el funcionamiento normotípico de sistemas  madurativos, óseos, musculares y funcionales provocando desequilibrios y dificultades en el ya mencionado, sistema estomatognático. 

  • Succión digital:

Es habitual que en el recién nacido se presente el hábito de chuparse el dedo, pero no debe alargarse más allá de los 3 años

Consecuencias: los efectos negativos que pueda producir dependerá de diferentes parámetros como la intensidad, la frecuencia, la duración, el patrón morfogenético, el número de dedos que se succionan y la posición que tengan dentro de la cavidad oral. De manera más específica podemos afirmar que pueden provocar alteraciones en la musculatura orofacial, en el correcto desarrollo dental, en la articulación y en la deglución. 

Características: suelen ser niños con una lengua hipotónica que se encuentra en posición baja, un sellado labial deficitario con dificultades para el control salivar, un desarrollo dental con tendencia de protrusión de incisivos superiores y retrusión de inferiores y paladar alto y ojival.

  • Succión labial: 

No tiene funcionalidad a ninguna edad. Es un hábito que se suele dar en lactantes (en los periodos que no están comiendo o con chupete), suele acompañarse de succión digital o interposición lingual. 

Consecuencias: suele afectar a los labios, la piel y la mucosa, presentándose éstas estructuras en muchas ocasiones irritadas. Las alteraciones suelen darse en la musculatura orofacial y en el desarrollo dental correcto, influyendo de manera directa en la deglución. 

Características: son niños que introducen su labio inferior entre los incisivos y los succionan. A nivel dental es habitual que presenten protrusión de los incisivos superiores. Por otro lado, la lengua se encontrará ejerciendo presión sobre los incisivos inferiores.

  • Succión lingual:

No es normotípico en ningún intervalo de edad. Se produce cuando una persona succiona la punta de la lengua contra el paladar o cuando realiza un movimiento de anteriorización (hacia adelante y hacia atrás repetidas veces) con el ápice de la lengua por el paladar como si estuviera succionando y moviendo un objeto. 

Consecuencias: desencadenará en un desajuste en las estructuras orofaciales que posibilitará el desarrollo de una deglución deficitaria. En gran medida dependerá de parámetros como la intensidad, la frecuencia o el rango de movimiento. No tendrá la misma consecuencia si la lengua no contacta con los incisivos superiores que si lo hace. 

Características: en este caso no se presentan características tan perceptibles como en los casos anteriores.

  • Mordisqueo:

No es normotípico en ningún intervalo de edad. Se define como el hábito continuado de morder pudiendo morder las mejillas, su propio labio inferior o cualquier objeto que se introduzca en boca (como cuando nos metemos el boli). 

Consecuencias: como en el caso anterior dependerá de diferentes parámetros que tienen que ver con la frecuencia e intensidad del hábito así como de la zona en la que se realicen los mordiscos. De forma general compromete el desarrollo dental correcto e interfiere de manera general  en la higiene oral.

Características: suelen ser niños que presentan protrusión de incisivos superiores, lingualización de los inferiores y una mala oclusión dental. 

  • Onicofagia:

No es normotípico en ningún intervalo de edad. Con este término nos referimos al comúnmente conocido “morderse las uñas”.

Consecuencias: provoca alteraciones en las funciones orofaciales, más concretamente podemos hablar de alteraciones dentarias que derivan en problemas en la higiene de todo el aparato estomatognático.  

Características: es habitual que sean niños con desvíos en las piezas dentarias y desgaste en muchos de sus dientes, entre otras características dentarias. 

  • Succión de chupete y biberón: 

El reflejo de succión es normotípico y necesario hasta que las estructuras orofaciales  se encuentren correctamente desarrolladas. 

En cuanto a la succión de chupete no debe iniciarse antes de los 15 días de vida. Los desajustes estomatognáticos por el uso del chupete o biberón no dependen tanto del uso en sí sino de la duración de ese uso. No debe alargarse más allá de los 2 años de edad con objetivo de evitar las posibles alteraciones que puedan llegar a surgir. 

Consecuencias: si se prolongan el uso es posible que nos encontremos con muchas dificultades a nivel orofacial así como el compromiso del correcto desarrollo dental. 

Características: son niños que carecen de tono en el orbicular de los labios, con un claro retrognatismo mandibular (su mandíbula se encuentra considerablemente retraída) y diferentes alteraciones de maloclusión.

  • Alimentación pastosa prolongada:

Conforme vamos creciendo nuestra alimentación va cambiando con nosotros, adecuándose a las capacidades que presentemos en cada momento. Cuando nacemos estamos listos para la lactancia materna o lactancia de fórmula, pero con el paso del tiempo vamos introduciendo otros alimentos que facilitarán el desarrollo de las diferentes estructuras y funciones orofaciales. En el momento en el se cumplan una serie de requisitos como son la coordinación ojo-mano-boca, el reflejo de extrusión y  la capacidad para mantenerse sentado solo, entre otros, es el momento de comenzar con la Alimentación Autorregulada por el Bebé (BLW) de la cuál os hablaremos de forma más específica y detallada en otro post más adelante. 

Consecuencias: no comenzar en ese momento sería un error que derivaría en no tener la estimulación oral necesaria para el desarrollo óptimo de la musculatura orofacial implicada en la masticación y deglución. 

Características: en este caso no se presentan características tan perceptibles como en los casos anteriores.

  • Respiración oral: Hace referencia al hábito de respirar por la boca, una persona que respira por la boca es más propensa a sufrir procesos infecciosos o inflamatorios. Cuando el hábito de respirar por la boca está asociado a otras alteraciones como alergias, adenoides hipertróficas, tabique nasal desviado etc. Es necesario acudir a un médico especialista. Las respiración oral puede producir las siguientes alteraciones: 
  •       Boca entreabierta
  •       Nariz pequeña y respingona 
  •       Labio superior corto
  •       Labio inferior corto y evertido 
  •       Mejillas flácidas
  •       Ojeras

  • Deglución disfuncional: La deglución es diferente durante los primeros años de vida, según maduramos vamos mejorando y cambiando; cuando el patrón deglutorio de la etapa infantil se alarga a lo largo de nuestra vida y no aparecen patrones más maduros y regulares hablamos de deglución disfuncional. La deglución disfuncional no se suele dar de forma aislada sino que forma parte de un cuadro clínico mayor en el que se encuentran implicadas otras funciones orofaciales y no solo la deglución.

Nuestros programas de intervención utilizan como base la Terapia Miofuncional,  incluyendo técnicas y ejercicios diferentes, atendiendo a dos características de nuestros niños/as. Nuestro objetivo final  será  equilibrar la musculatura orofacial, para ello es importante la coordinación entre profesionales, odontólogos, fisioterapeutas, otorrinos.. con el fin de lograr los mejores resultados posibles. 

Salvador Borrás, S., & Vincent Rossel, C. (2011). Guía para la reeducación de la deglución atípica y transtornos asociados. Valencia: NauLibres.

Pérez, M. B., Mogollón, P. J. C., & del Río, M. D. C. P. (2010). Guía técnica de intervención logopédica en terapia miofuncional. Síntesis.

Comunicación aumentativa y alternativa

Comunicación aumentativa y alternativa

La comunicación es el arma social más poderosa que tenemos los seres humanos. Para que se produzca es necesario que existan una serie de elementos como son el código, el canal, el emisor, el o los receptores, el mensaje, la existencia de una situación comunicativa o contexto y el marco de referencia. De manera resumida, para que se produzca la comunicación de manera correcta es necesario la existencia de un emisor, que desee transmitir una información a través de un mensaje codificado con un código concreto conocido por el receptor, persona a la que se le desea transmitir dicha información. El mensaje puede ser transmitido por diferentes canales hasta el receptor. La comunicación tiene diferentes funciones como es rechazar lo que no deseamos, obtener algo de nuestro entorno, interactuar con los demás y proporcionar o buscar información.

 

Siguiendo está definición, cuando un paciente presenta dificultades en su habla, ya sean previas o posteriores a su adquisición, se compromete significativamente la comunicación. Con el objetivo de romper las posibles barreras comunicativas que presenten estas personas se crean una serie de materiales y/o técnicas que pueden complementar o sustituir las habilidades verbales del paciente. Esto se conoce como comunicación aumentativa y alternativa (CAA). En concreto hablamos de aumentativa cuando complementan las habilidades verbales que el paciente aún posee y de alternativa cuando el paciente no presenta ninguna habilidad verbal. 

 

Pese a que el término CAA no es algo nuevo siguen existiendo muchas dudas y mitos sobre él. Por este motivo, en la siguiente infografía os dejamos información sobre “Desmontando mitos y falsas creencias sobre la comunicación alternativa y aumentativa (CAA)”. 

 

Desde el Centro de Estimulación Julia García abogamos por la importancia del uso de sistemas de comunicación aumentativa y alternativa.  Por este motivo tenemos  formación en softwares de comunicación. Si usted está interesado en este tipo de servicio no dude en ponerse en contacto con nuestro centro. 

Mi hijo no es capaz de aprender a leer

Mi hijo no es capaz de aprender a leer

Aprender a leer es, sin duda, una de las tareas más importantes de la escolaridad, ya que proporciona una destreza imprescindible en la sociedad actual. Es, además, el factor más determinante del éxito o fracaso escolar, ya que la gran mayoría de los conocimientos se adquieren por medio de los textos escritos, siendo imprescindible leer con fluidez para comprender esos textos.

Se suele considerar que el aprendizaje de leer dura solo unos meses, pero lo cierto es que se trata de un proceso complejo que se extiende prácticamente a lo largo de toda la escolaridad.El aprendizaje de las reglas grafema-fonema es solo el principio de un largo camino.

Mi hijo está en segundo de primaria y todavía no lee

Las dificultades lectoras que presentan algunos niños y niñas pueden ser debidas a causas muy variadas, como falta de asistencia a clase, problemas emocionales durante el aprendizaje de la lectura, dificultades sensoriales( problemas de vista o audición) o cognitiva (problemas de atención, escasas capacidades intelectuales etc..) Pero hay un porcentaje de casos( en torno al 4%; González et al.;2013; Jiménez et al., 2009) que tiene dificultades para aprender a leer sin que  exista una razón externa que lo justifique : no tienen problemas sensoriales ni emocionales. , han asistido a clase con regularidad e incluso pueden tener una inteligencia por encima de la media. Y a pesar de ello, tienen graves dificultades para aprender a leer. Son los niños y niñas con dislexia.

Realmente lo que define a los niños con dislexia es lo difícil que le resulta aprender a leer a pesar de que tienen buenas capacidades cognitivas y de poner empeño en su aprendizaje. Les cuesta enormemente aprender la correspondencia entre las letras y su pronunciación, de manera que hoy aprenden una letra y mañana parece que se les ha olvidado y además, les cuesta automatizar esas correspondencias, por lo que su lectura es lenta y fatigosa, especialmente en palabras largas y poco familiares.

Suele cometer muchos errores de omisión, sustitución o adición de letras en las palabras, especialmente en los primeros cursos de la escolaridad. Por otra parte las dislexias evolutivas van siempre acompañadas de trastornos  de escritura, presentando las mismas dificultades en el aprendizaje  de las reglas grafema-fonema, por lo que cometen errores de omisión, sustitución y adición de letras al escribir.

La teoría más aceptada actualmente por la mayoría de los investigadores es que la dislexia se debe a un trastorno fonológico.

Es una incapacidad específica para el aprendizaje de origen neurobiológico . Las dificultades en la dislexia resultan de un déficit en el componente fonológico del lenguaje que es a menudo inesperado en relación con otras capacidades cognitivas. (Lyon et al., 2003).

Un factor muy determinante en la recuperación de la dislexia es el hecho de comenzar la intervención lo antes posible. Principalmente porque cuanto más joven, mayor plasticidad cerebral se tiene y eso es fundamental en el aprendizaje.

Desde el centro contamos con pruebas estandarizadas y actualizadas para realizar un diagnóstico de dislexia lo más tempranamente posible y así poder ofrecer los mejores resultados posibles.

No entiendo a mi hijo cuando me habla

No entiendo a mi hijo cuando me habla

Durante la edad infantil es frecuente encontrarnos con familias que se preguntan cuál es la causa de que su hijo pequeño no hable correctamente, refiriendo, en muchas de estas ocasiones, que no comprenden a sus hijos.

Para entender el origen de las posibles dificultades existentes es importante entender primero que el habla no es simplemente un acto motor, sino que implica la existencia de muchos otros procesos con objetivo de conseguir cierta organización y representación lingüística-cognitiva de los sonidos.

Cuando un niño presenta dificultades en su habla, afectando de manera directa a su inteligibilidad y dificultando la correcta comprensión por parte de sus cuidadores más cercanos, podemos encontrarnos ante un caso de Trastorno de los Sonidos de Habla (TSH), se define como una alteración en la en la producción articulatoria de los sonidos (fonética) y/o en el uso funcional de los segmentos contrastivos “fonemas” de un idioma (fonología) que afecta la inteligibilidad del habla en diferentes grados y pueden ser diagnosticadas en diferentes etapas de la vida (Susanibar, Dioses et. al., 2016).

Las causas del TSH son en gran medida idiopáticas, o lo que es lo mismo que no poseen una causa aparente que pueda explicar las dificultades existentes. Por otro  lado, destacan como causas conocidas la existencia de alteraciones auditivas, neuromotoras o anatómicas.

Pero no todas las dificultades en el habla que presenten los niños pueden ser consideradas un Trastorno del Sonido del Habla, esto dependerá en gran medida de la cronología de adquisición de los fonemas del habla.

El desarrollo de adquisición fonético-fonológico ocurre en una serie de etapas acordes a una edad cronológica normotípica dando lugar a la existencia de 8 etapas diferentes desde los 2 a los 5 años. En el siguiente cuadro, siguiendo la clasificación de  Susanibar, Dioses y Huamaní (2016) y de Laura Bosch (1983) se exponen las diferentes etapas y los fonemas que deben estar adquiridos según la edad del niño.

Cuando decimos que se encuentran adquiridos nos referimos no solo a la parte articulatoria del lenguaje, es decir si son capaces de producir o no dicho sonido, sino también a la capacidad de uso de los mismos en el lenguajes espontáneo, es decir, que sean capaces de emplear adecuadamente ese fonema en las palabras y frases que emplee en su vida cotidiana.

En el momento en el que nos encontremos ante la situación de que nuestro niño no tenga adquiridos los fonemas correspondientes a la edad cronológica que presente o no sea capaz de usarlos en el lenguaje espontáneo, afectando de manera directa la inteligibilidad de su habla, es necesario acudir a un logopeda.

El papel del logopeda en estos casos se basa en la evaluación del habla del niño, valorando las dificultades existentes para, posteriormente, asociarlas a la patología correspondiente,  permitiéndonos así llegar a una síntesis diagnóstica. Tras esa síntesis nos encargamos de llevar a cabo una intervención individualizada en las dificultades concretas que presente cada niño. Además de la intervención con los niños, nuestro método de trabajo se basa también en conseguir, de forma coordinada y en equipo, trabajar con la familia, logrando así  los mejores resultados posibles.

Tartamudez y Logopedia

Tartamudez y Logopedia

La tartamudez se define como un trastorno de la fluidez del habla de origen neuro-motor que se da durante la infancia (2-5 años) y afecta al 5% de la población infantil siendo más habitual en hombres que en mujeres (5:1).

Se caracteriza por la existencia de comportamientos primarios y secundarios.

 

De manera más específica cuando hablamos de comportamientos primarios, también conocidos como disfluencias, nos referimos a:

 

  • Prolongaciones
  • Bloqueos
  • Repeticiones de fonemas, sílabas, palabras o grupos de palabras.

 

Por otro lado, cuando hablamos de comportamientos secundarios nos referimos a:

 

  • Comportamientos fisiológicos como tics, tensión muscular y/o movimientos asociados.
  • Comportamientos verbales como el empleo de muletillas, sinónimos, circunloquios, onomatopeyas, juegos vocales y/o evitaciones.
  • Comportamientos emocionales como la frustración, la tristeza, la ansiedad, los pensamientos de anticipación, el miedo y la baja autoestima.

 

Estos comportamientos no son la causa de la tartamudez, sino la consecuencia.

 

La tartamudez es un trastorno que ha evolucionado mucho a lo largo de la historia por eso es interesante desmontar una serie de creencias erróneas que existen sobre él. En este post os dejamos una infografía de “MITOS VS REALIDAD” sobre la tartamudez.

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