¿MI HIJO/A ESTÁ PREPARADO PARA DEJAR EL PAÑAL?

¿MI HIJO/A ESTÁ PREPARADO PARA DEJAR EL PAÑAL?

El control de esfínteres o aprendizaje de “ir al baño” es el proceso por el cual se enseña a los niños a controlar la vejiga y los intestinos, este avance se da entre los 2 y los 3 años de edad y supone el paso de un comportamiento reflejo automático a una conducta voluntaria y controlada. 

Al iniciar el control de esfínteres es importante conocer que es un paso que da el niño y la niña de madurez y crecimiento y que al iniciar este proceso no se debe dar marcha atrás. La adquisición del control de esfínteres requiere del acompañamiento de los docentes, padres y cuidadores, por lo que se debe mantener una buena comunicación entre todos para responder a las necesidades que requiera el infante en este proceso, ya que es un período de cambios, nuevos conocimientos y emociones.

Desde la Terapia Ocupacional, realizamos una intervención holística, teniendo en cuenta la vida diaria del niño y estableciendo una relación de confianza con la familia. 

Es importante realizar una valoración e intervención teniendo en cuenta la parte sensorial (interocepción) de esta actividad, centrándonos en tomar consciencia de las sensaciones del cuerpo, especialmente en las ganas de ir al baño y usando como herramienta el juego, ya que es la principal ocupación de los niños. En el caso de que exista rechazo se proporcionan estrategias para usar en casa y lograr un acercamiento progresivo. 

Es importante tener en cuenta que la adquisición del control de esfínteres y la autonomía en la higiene son actividades básicas de la vida diaria, por lo que, el mal establecimiento de este hito del desarrollo puede tener un importante impacto en la participación social y en la calidad de vida de la persona.

La AOTA (Asociación Americana de Terapia Ocupacional) publicó unas recomendaciones para orientar a las familias en el establecimiento de rutinas para ir al baño: https://www.aota.org/~/media/corporate/files/aboutot/consumers/youth/toileting-routines-for-children-Spanish.pdf

MOTRICIDAD GRUESA Y TERAPIA OCUPACIONAL

MOTRICIDAD GRUESA Y TERAPIA OCUPACIONAL

La motricidad gruesa se define como la habilidad para realizar movimientos generales grandes, tales como agitar un brazo o levantar una pierna. Dicho control requiere de la coordinación y el funcionamiento apropiado de músculos, huesos y nervios. Es imprescindible conocer y ser conscientes de nuestro cuerpo para poder realizar todas las actividades de la vida que desarrollamos de forma automática, y esto lo conseguiremos con una buena coordinación de la motricidad gruesa.

Los hitos de motricidad gruesa se refieren a las habilidades y actividades que un niño debe realizar a una edad determinada. La adquisición de estos hitos nos permite hacer un seguimiento del crecimiento y desarrollo del niño e identificar si en algún momento o etapa hay alguna dificultad, problema o inquietud en su desarrollo motor.

Es importante detectar si los hitos motores gruesos del desarrollo se están cumpliendo, en el caso de que no sea así, se recomienda una evaluación e intervención temprana

En el post podéis ver algunos de los hitos del desarrollo motor que se deberían alcanzar por edades: 

Bibliografía:

Desarrollo evolutivo en psicomotricidad de 3 a 5 años. Adaptación de: Inventario de Desarrollo Battelle, área motora. E.O.D (Escala de desarrollo observacional) y Developmental profile, Perfil de Desarrollo DP-3.

Problemas de Alimentación

Problemas de Alimentación

Una alimentación adecuada en las primeras etapas de la infancia es esencial para garantizar no sólo la nutrición sino un adecuado desarrollo motor, cognitivo y socio-emocional. Comer adecuadamente y además hacerlo de una manera agradable, sin forcejeos ni malestar, es una necesidad de todas las personas para lograr el bienestar.

Los problemas con la alimentación se pueden producir por diferentes motivos, como por ejemplo, por dificultades en el procesamiento sensorial, haciendo que los niños rechacen los alimentos por su textura, olor, sabor y/o color.

Algunas de las señales de alarma a las que debemos prestar atención son las siguientes:

 

  • Evita alimentos que la mayoría de los niños de su edad disfrutan.
  • Tiene una cantidad extremadamente limitada de alimentos que ingiere.
  • Prefiere ciertos sabores: dulce, salado, ácido, picante, etc.
  • Presenta el reflejo de náusea al alimentarse.
  • No acepta ciertas texturas de los alimentos.
  • No le gusta o solo acepta que la comida esté demasiado caliente o demasiado fría.
  • Lleva con frecuencia objetos no comestibles a su boca o no hay ninguna exploración a nivel oral (juguetes, lápices, dedos, ropa)

 

Si has observado alguna de estas señales de alarma es necesario que contactes con un profesional.

Actividades de la vida diaria básicas o AVDB

Actividades de la vida diaria básicas o AVDB

Las actividades de la vida diaria básicas o AVDB, son definidas según la AOTA (Asociación Americana de Terapia Ocupacional) como las actividades orientadas al cuidado del propio cuerpo; por lo que también son conocidas como actividades personales de la vida diaria. “Estas actividades son fundamentales para vivir en un mundo social, que permitan la supervivencia y el bienestar” (Christiansen y Hammecker, 2001)

 

Las AVDB son actividades que todos realizamos en mayor o menor medida a lo largo de nuestro día. No poder realizarlas por uno mismo supone tener problemas en la independencia y autonomía por lo que es fundamental fomentarla desde la infancia. Ser autónomos desde edades tempranas les ayuda a mejorar su autoestima, les permite libertad e independencia, ayuda a desarrollar hábitos y rutinas diarias y fomentar el aprendizaje y comprensión de las normas. Os mostramos una infografía orientativa  del desarrollo que deberán seguir nuestros niños y niñas por edad.


 

Autor pictogramas Sergio Palao Procedencia: ARASAAC (http://arasaac.org Licencia CC (BY-NC-SA  Propiedad: Gobierno de Aragón. Autora: Nerea Ortiz Moreno https://compartiresvivirweb.wordpress

Los 7 Sentidos

Los 7 Sentidos

Todos conocemos los cinco sentidos básicos del ser humano:

Oído, gusto, olfato, tacto y  vista.

Pero, ¿sabías que tenemos más de cinco sentidos? Además de estos sentidos que todos conocemos, tenemos dos sentidos fundamentales y que interfieren en el crecimiento y en el desarrollo: el sentido vestibular y el propioceptivo. Os lo explicamos:

 

  • El sentido vestibular (posición y movimiento)

Este sentido es el que nos permite saber dónde está nuestro cuerpo en el espacio. Interviene en la estabilidad del campo visual, ya que nos ayuda a coordinar los movimientos de los ojos y la cabeza (por ejemplo, cuando tenemos que realizar un seguimiento visual leyendo en la pizarra y escribiendo en la libreta). Este sentido es el que nos ayuda a mantener el control del tono muscular y la musculatura antigravitatoria, lo que permite que mantengamos una postura erecta en nuestro cuerpo y el equilibrio durante los cambios de posición. Nos proporciona seguridad gravitacional y nos permite regular nuestro nivel de alerta y activación adecuada para mantener la concentración e iniciar y terminar las actividades.

  • El sentido propioceptivo

La propiocepción está relacionada con la idea de conciencia corporal. Nuestro cuerpo detecta inconscientemente la propiocepción a través de mensajes enviados a nuestro cerebro desde receptores sensoriales en todo nuestro cuerpo en nuestros músculos, articulaciones, tendones y ligamentos. El sistema propioceptivo se activa cada vez que empujamos o tiramos de objetos, así como cada vez que las articulaciones se comprimen juntas o se estiran. El sistema propioceptivo nos ayuda a comprender cuánta fuerza estamos usando y si necesitamos usar más o menos fuerza para completar con éxito tareas, como al colorear, cortar la comida con tenedor y cuchillo o abrir una puerta. La información propioceptiva tiende a tener un efecto calmante y organizador en el cuerpo , especialmente cuando se siente sobreestimulado o abrumado.

Es importante saber detectar posibles  dificultades en el procesamiento sensorial ya que afectan al desarrollo de nuestros niños y niñas,  a continuación os mostramos una infografía de las principales dificultades en el procesamiento sensorial de los sentidos propioceptivo y vestibular ya que son los sentidos menos conocidos y por tanto más difíciles a la hora de detectar dificultades en su procesamiento.

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